martes, 31 de diciembre de 2013

Pequeño manifiesto- Inmersión Ignaciana 2013

Durante 6 semanas, un grupo de 30 personas han realizado el 1er Curso de Inmersión Ignaciana en castellano, coordinado por Carles Marcet, sj. (programa completo :http://www.covamanresa.cat/docs/immersio_ignasiana_castella.pdf).

Los participantes procedían de Colombia, Portugal, Ecuador, Bolivia, República Dominicana, Italia, Paraguay, España, Brasil, Francia, Méjico, Puerto Rico, y Líbano.
Nos han hecho llegar este "pequeño manifiesto".

Gracias a cada un@ de vosotr@s!


CURSO DE INMERSION IGNACIANA MANRESA-2013

Pequeño manifiesto

Los participantes del curso de inmersión ignaciana vivido en Manresa durante un mes y medio, quisiéramos expresar, de una manera breve pero concisa, cómo nos ha ido en esta experiencia. La verdad es que ha sido entrañable, y ha sido un privilegio poderla vivir en este lugar tan significativo para nuestra espiritualidad compartida como es Manresa.
Veníamos a Manresa con el corazón abierto a recibir y a vislumbrar nuevos horizontes para nuestra vida y nuestra misión. También con unas inmensas ganas de beber en las fuentes de la espiritualidad ignaciana. Nuestras expectativas se han colmado con creces: hemos tenido un  baño rejuvenecedor en las fuentes de la espiritualidad de Ignacio que ha fortalecido nuestra salud espiritual, a la par que nos ha confirmado en nuestro apasionamiento por dicha espiritualidad.
De hecho hemos tenido un tiempo para todo: tiempo para profundizar en la relación personal con el Señor; tiempo para descubrir la obra de Dios en la persona de Ignacio de Loyola y en nuestras personas; tiempo para “pisar” los lugares que Ignacio pisó aquí en Manresa; tiempo para conocer internamente mejor el texto de los Ejercicios Espirituales; tiempo para reavivar nuestra identidad ignaciana; tiempo para vivir y compartir en grupo los diversos modos de vivir en Iglesia el carisma compartido… En fin, todo un tiempo y un espacio privilegiados para el encuentro con uno mismo en constante actitud de apertura para el encuentro con Dios.

El tiempo así vivido ha fortalecido en nosotros algunas convicciones:

a) En primer lugar, la certeza de que el Señor ha acompañado nuestras vidas, nos ha colmado de bienes y se ha configurado en el eje entorno al cual giran nuestras vidas y sin el cual andarían perdidas y sin sentido.            
b) En segundo lugar, un sano orgullo de pertenecer al grupo que quiere vivir el carisma ignaciano, implicándose en este mundo tan complejo pero tan amado por la Trinidad divina

c) En tercer lugar, una mejor comprensión de lo que significa ese motorcito ignaciano del deseo de “ayudar a las almas”, y unas ganas de vivir desde ese deseo, invitado por el Señor, en misión encarnada en el mundo y dejándose afectar por lo que viven, gozan y sufren mis hermanos.

d) En cuarto lugar, un sentirnos interna y apostólicamente más capacitados para esta “ayuda de las almas”, para este “cuidar de los otros caminantes” que el Señor nos confíe o pueda confiar.

e) Por último, una profunda admiración al poder palpar cómo Dios va tejiendo una vida y una historia de amor con cada uno de nosotros

Regresamos, pues, a nuestras tierras, cargados de esperanza y dispuestos a proseguir en el servicio de la misión de Cristo en cuerpo apostólico formado por laicos, jesuitas, religiosas, diocesanos, etc, conscientes de la urgencia y de la importancia de transmitir e ilusionar a otros con la vivencia de este carisma. Por eso le ofrecemos al Señor, con San Ignacio, modesta pero tenazmente, nuestro deseo que El disponga de nosotros a toda su voluntad. Y que nos de la gracia de cumplir su voluntad allá donde Él quiera, allá donde haya más urgencia y necesidad. Una palabra ha tenido especial resonancia en nosotros, la formulada por el fundador de Fe y Alegría: atrévete!; deja que Dios haga su obra en ti!

 Participantes del curso de inmersión ignaciana; Manresa,2013.



















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